“Backup” del artículo original “Una mirada electrónica sobre el hombre” publicado por Roberta Bosco y Stefano Caldana el 18 de junio de 2013 en Absolut Network.
Veintes seis años galardonando el arte más vanguardista y toda creatividad basada en las nuevas tecnologías y resulta que el Ars Electronica Center descubre el ser humano. Esto es lo que se desprende mirando de cerca algunos de los ganadores de la edición 2013 de los PRIX, los premios que el centro de Linz (Austria) concede anualmente en 7 categorías de competición y cuyos ganadores se llevan el Golden Nica, un trofeo que va acompañado por un cuantioso premio de 10.000 euros.
Primero entre todos el galardón probablemente más importante, dedicado al Arte Interactivo (Interactive Art), ha recaído en una pareja de hermanos, los suizos Michel Décosterd y André Décosterd que bajo el nombre Cod.Act llevan desarrollando una larga trayectoria en la que mezclan robótica y arte sonoro en obras interactivas que tienen mucho que ver con la presencia del publico en el espacio. Lo sorprendente es que hablando de arte interactivo el Ars Electronica Center haya galardonado una pieza que a pesar de tener estrechos vínculos con la tecnología es en realidad un instrumento orgánico. Pendulum Choir es algo parecido a una instalación sonora, conformada por 9 voces y 18 gatos hidráulicos que interpretan una ópera del compositor austriaco Arnold Schönberg. Más que interpretar lo que hacen los gatos hidráulico es remover en el espacio los miembros de un coro a capella, atados a las garra robóticas y desplazados como títeres sometidos a una precisa y estudiada coreografía espacial.
Lo interactivo de Penduloum Choir evidentemente no reside en las dinámicas generadas por los automatismos computarizados, sino más bien en la variedad de sonoridades imprevisibles y a menudo irreales que se generan cuando los cuerpos se encuentran sometidos a inéditas condiciones físicas en el espacio por el simple cambio de la fuerza de gravedad. Toda la orquestra es como un organismo vivo, que reinterpreta el proceso de la respiración y el funcionamiento de los pulmones. «Cada una de estas unidades hombre-máquina intenta cantar e imprimir un efecto acústico a los procesos de inhalación y exhalación del aire» explican los hermanos Décosterd para definir una coreografía sonora que alterna momentos liricos con explosiones caóticas donde los cuerpos humanos parecen buscar estoicamente un equilibro para desempeñar sus libretos.
El cuerpo humano resulta ser también el tema principal del Golden Nica de la categoría Computer Animation que ha recaído en Forms, una nueva creación de Davide Quayola, realizado con la colaboración de Memo Atken. Quayola, un italiano afincado en Londres, se hizo célebre por sus arquitecturas visuales con las que crea impresionantes animaciones a partir de la reinterpretación de las grandes pinturas de la historia del arte. Con Forms, que el artista no niega ser inspirado en los trabajos cubistas Marcel Duchamp como Nude Descending a Staircase No.2, ha sido galardonado por un video que reinterpreta los movimientos del cuerpo de los atletas ocupados en las competiciones olímpicas.
Estas animaciones, a mitad entre abstractas y figurativas, surgen de un atento estudio de los movimientos de los atletas desempeñando sus ejercicios, saltos y acrobacias. Todo estos procesos han sido luego analizados a través de un potentes software que Quayola lleva años desarrollando y aplicando en distintos campos como puede ser la reinterpretación visual y espacial de una obra pictóricas o come en sus celebres visualizaciones de piezas sonoras.
En Forms, no se centra tanto en la representación de la trayectoria de los atletas, cuando en las técnicas de extrapolación para esculpir formas abstractas, visualizando las relaciones invisibles como poder, equilibrio, gracia y conflicto entre el cuerpo y su entorno. Hasta el 15 de junio Matter, una escultura digital de Quayola de 12 metros de altura, se expondrá en la Sala Oval del Museu Nacional d’Art de Catalunya MNAC en el marco de la programación diurna del festival Sónar.
El cuerpo humano desde un punto de vista social ha sido este año el protagonista de un galardón por el que estamos particularmente orgullosos y es el Golden Nica otorgado en la sección Comunidades digitales, que ha recaído en El Campo de Cebada un proyecto comunitario del madrileño Manuel Pascual García arquitecto del estudio Zuloark.
Situado en pleno centro de Madrid, en la plaza de La Latina, El Campo de Cebada surgió precisamente de un problema: la demolición del polideportivo para acoger un mercado, que nunca se llegó a construir. “El Campo de Cebada nace de la voluntad de habitar los conflictos para resolverlos desde dentro. Cada día ponemos en práctica una forma de hacer ciudad desde abajo con sistema de participación sencillo, abierto y transparente, que involucra y beneficia muchísimas personas” nos ha explicado recientemente Pascual que es también uno de los vecinos del barrio madrileño de La Latina que en 2010 pusieron en marcha el proyecto que se ha convertido en una infraestructura sostenible que incluye huertos y jardines, herramientas comunes tanto para construir un banco como para proyectar una película, un anfiteatro con gradas y un campo de deportes con portería y canastas. Todas las actividades se desarrollan al aire libre, pero acaban de poner en marcha una campaña de crowdfunding (financiación colectiva) para construir una cúpula geodésica donde resguardarse durante el invierno.
“Lo que aquí sucede es el resultado de la acción conjunta de vecinos, arquitectos, agentes culturales, asociaciones y administración, intentando siempre incluir al mayor número de agentes posibles en la toma de decisiones”, explica Pascual. Todos sus conocimientos están online en forma de planos y programas de código abierto. “La idea de smart city para nosotros está mucho más vinculada a la participación y el open data, que a un urbanismo lleno de sensores”, concluye Pascual.
Finalmente casi una metáfora de los que representa el hombre y un deseo de romper antiguos dogmas el Golden Nica en Arte Hibrido ha recaído en The Cosmopolitan Chicken Project del belga Koen Vanmechelen. A pesar de parecer un estudio sobre pollos de granja en realidad oculta una reflexión antropológica sobre ingeniería genética, globalización y multiculturalismo cuyo objetivo es lanzar el mensaje de que las razas no existen.
El pollo ha servido al artista como punto de partida para representar una mezcla permanente de etnias y culturas y como prueba de que existen realmente las especies vivas, pero no las razas. «Cuando hablamos de un pollo francés o chino, es el hombre quien define el concepto de raza, pero todos ellos son pollos» explica Vanmechelen matizando que lo mismo pasa con los humanos. «Si pensamos en africanos, chinos o europeos, no es correcto. Esencialmente y genéticamente somos todos iguales» reconduciendo su reflexión a las más modernas líneas de pensamiento científico que han rechazados la presencia de diferencias entre seres humanos y han adoptando el termino etnia para definir los distintos grupos culturales.
Lo que hemos visto hasta ahora es en realidad tan solo nuestra mirada sobre algunos de los principales galardones otorgados este año en los PRIX del Ars Electronica Center. Los premiados, seleccionados entre 4.071 propuestas de 73 países distintos son muchos más y será imposible analizar aquí todas las obras que a menudo han obtenido tan solo algún reconocimiento. Es el caso de los entrañables robots de Mark Malmberg que han sido Mención de Honor (Honorary Mention) en la sección Digital Music.
Albireo, así se llaman esta pareja de robots sonoros que viven y se despiertan juntos al amanecer y vuelven a descansar con el atardecer ya que su actividad, crear sonidos de manera conjunta o independiente según su estado de ánimo, depende de la presencia de la energía solar aprovechada a través de unos paneles fotovoltaicos.
En la categoría Arte Interactivo destaca también una Mención de Honor para Blaus, un espacio audiovisual creado para VAD 2012, la 10ª edición del Festival internacional de vídeo y artes digitales de Girona.
Esta colaboración entre los estudios de diseño barceloneses MID y PlayModes es un espacio inmersivo creado para adaptarse a la arquitectura de la cisterna del Museu d’Història de la Ciutat generando una atmósfera cambiante poblada por láser, luces y música. Blaus es un proyecto que continúa una serie de instalaciones que empezaron en la bienal de Lanzarote de 2012 con el proyecto BlueBeams de PlayModes.
Para cerrar en la categoría Comunidades Digitales destacan también dos Menciones de Honor para sendos proyecto españoles. Casastristes de Derivart, Gerald Kogler y Jordi Puig, una plataforma nacida como base de datos online y participativa para detectar las viviendas vacías o en desuso y proponer soluciones a la problemática de la vivienda en España.
Oiga.me de los madrileños Alabs, es por definición un proyecto destinado a «diseñar y gestionar campañas de e-participación ciudadana abierto a asociaciones, ONG o comunidades y a simples individuos. Oiga.me ofrece las herramientas y recursos necesarios para crear campañas de demandas sociales, de forma sencilla y muy asequible».