Minotaure: L’art de la prehistòria continua entre nosaltres

Larga vida a los bisontes de Jordi Abello! 🦬 🦬 🦬

Muy feliz 😊. Participar en Minotaure, un proyecto de Jordi Abello (Facebook) siempre es una experiencia que te reconcilia con el arte y el mundo… en un mundo donde se multiplican las obras sin alma los proyectos de Jordi son una alegría y mucho más.

Y esta vez con la participación del arqueologo Josep Maria Vergès, descubridor del santuario paleolítico de la Cova de la Font Major. 🦬 🦬 🦬 Gracias Jordi!

L’art prehistòric més viu que mai en el segle XXI (El Temps de les Arts 24 Maig de 2022)

La Revolució és una ficció la Ficció és una revolució

Roberta participa en «La Revolució és una ficció la Ficció és una revolució», una propuesta de Joan M. Minguet.

El proper 2 de novembre 2017 s’inaugura «La revolució és una ficció, la ficció és una revolució: un assaig«, proposta de Joan M. Minguet. Es tracta d’un projecte col·lectiu on es pretén fer un assaig en el marc d’una exposició (és això possible?) que mostra com la paraula i el concepte REVOLUCIÓ ens ha estat robat, l’usa tothom i des de tot arreu, i no sempre amb el contingut de revolta, d’insubmissió que la paraula i els fets havien tingut. La revolució es dilueix, però hi ha revolucionaris, gent amb voluntat de transformar les coses. Potser la FICCIÓ és un camí per a fer-nos més revoltats? Té raó un cartell històric quan diu que «El arte es un arma de la revolución»?.

EINA, Espai Barra de Ferro (Barcelona).
2 de noviembre – 16 de noviembre.

El cachalote que quería comer

Backup” del artículo original “El cachalote que quería comer” publicado por Roberta Bosco y Stefano Caldana el 21 de agosto de 2017 en Aquae Blog.

El planeta está herido de muerte, como el triste simulacro del cachalote hallado muerto en la playa de Castell de Ferro de Granada en 2012, que se expone en el Centre del Carmen de Valencia.

Pese a que el grande mamífero marino de 10 metros de largo no está presente físicamente en el centro de arte valenciano, la imagen sigue siendo igual de sobrecogedora. Un expositor de las mismas dimensiones del cetáceo, despliega todo lo que se encontró en el interior de su estómago: 30 metros cuadrados de cubierta de invernadero, 2 macetas, 2 mangueras, 7 sacos de arpillera plastificada, 5 cuerdas por un total de 9 metros, 4 bolsas de plástico de abono, 1 bote de detergente, 1 percha, 2 garrafas de plástico… una lista aterradora como una innecesaria autopsia o la amarga crónica de una muerte anunciada.

El Cachalote es una de las piezas más impactantes y alarmantes de La deriva de un gesto post-romántico, una muestra individual del artista multidisciplinar Hugo Martínez-Tormo (Valencia, España, 1979), compuesta por cinco instalaciones inéditas que se proponen despertar el público y concienciarle sobre el imparable proceso de contaminación y el exceso de residuos que acaban esparcidos a lo largo y ancho de la costa y el territorio valenciano.

 

“La cantidad de residuos plásticos que acaban a la deriva en los mares y océanos, está creciendo exponencialmente cada década, convirtiéndose en una de las problemáticas medioambientales que más preocupan en la actualidad. ¿Cómo podemos invertir esa tendencia para poder vivir de una manera eco-sostenible? A la vez que el progreso tecnológico es imparable, también debe serlo la preocupación por la sostenibilidad del planeta”, explica Martínez-Tormo, un artista que a menudo utiliza las nuevas tecnologías y siempre de una forma sutil y original.

El hilo conductor de la narración que toma forma en La deriva de un gesto post-romántico, son dos botellas de plástico, que el artista encontró accidentalmente en un espacio al que no pertenecen y donde no deberían estar: una en el Parque Natural de la Albufera y la otra en el Espacio protegido y patrimonio natural del Saler. Después del estudio y la documentación fotográfica de las dos botellas, Martínez-Tormo las ha reproducido a través de un modelado 3D. Esta información, que no es otra cosa que la representación matemática de cualquier objeto tridimensional, se ha convertido en el elemento fundamental de dos instalaciones electromecánicas, controladas por unas impresoras 3D deconstruidas de las que se conservan sólo los elementos básicos y sus motores.

 

3DlightPrinter_Plastic Bottle genera una composición lumínica a partir de los reflejos y los juegos de luz y sombra producidos por los movimientos de la superficie de unas cubetas circulares llenas de agua. Las tenues oscilaciones del líquido son generadas por los motores de las impresoras 3D deconstruidas, que funcionan como si estuvieran imprimiendo ininterrumpidamente en el agua, una botella de plástico invisible. Como en la instalación del cachalote Martínez-Tormo vuelve a trabajar con el elemento ausente que se convierte en una presencia ineludible. En este caso se trata de la botella de plástico, hilo conductor de unas obras que plantean al espectador una realidad a menudo negada y ocultada, si bien es más que evidente.

 

Lo mismo pasa con 3DsoundPrinter_Plastic Bottle, donde otra vez la invisible botella de plástico es el deus ex maquina de una obra que genera una composición sonora parecida al ruido del mar y las olas mediante la oscilación de unos tubos de aluminio y el roce de unas partículas que se deslizan en su interior. Toda la instalación está controlada por los motores de las impresoras deconstruidas que actúan como si estuvieran imprimiendo una botella de plástico.

En las dos obras Martínez-Tormo aboga para un uso sostenible de las nuevas tecnologías, cuestionando su funcionalidad y la finalidad para la que han sido creadas. “Siempre pongo un ejemplo. Qué pasaría si alguien se cuestionara el funcionamiento de una simple lavadora, una nevera o un lavavajillas y empleara sus componentes básicos para destinarlos a otra finalidad. ¿Tal vez podría capturarse la humedad del aire y acabar con la sed en África? Tal vez sea un ejemplo muy extremo, pero este es el objetivo de cuestionar el sistema y lo que éste te dice”, afirma Martínez-Tormo.

 

La botella vuelve a ser la protagonista en 1.16.625, una serie fotográfica cuyo título hace referencia a los más recientes estudios científicos sobre el proceso de fragmentación de una botella de plástico que flota a la deriva en el mar. “A lo largo de un año la fragmentación y degradación de una única botella por agentes climáticos, como el sol o las propias olas, se materializa en unas 16 partes, cada una de las cuales se dividirá a su vez en otras 625 subpartes de menos de cinco milímetros”, indica el artista. Como diminutas bombas de relojería medioambientales los fragmentos de plástico en los mares producen compuestos muy tóxicos, como el Bisfenol A, que contaminan el agua y acaban siendo ingeridos por los animales acuáticos, regresando así de nuevo al ser humano.

 

La deriva de un gesto post-romántico termina con Message is the bottle, una instalación audiovisual interactiva que reacciona a la presencia y los movimientos del espectador. Este genera las olas de un océano artificial en el que flota a la deriva una botella virtual previamente diseñada en 3D. En la obra, que se plantea como metáfora de una situación medioambiental idílica donde el ser humano controla y gestiona todos sus residuos, el público se convierte en el timón que guía y condiciona el movimiento de la botella. “El gesto romántico de lanzar al mar una botella con un mensaje en su interior, queda sustituido por una visión más ecológica y respetuosa con el medioambiente. ¿Qué mensaje estamos lanzando con tan romántico gesto? El mensaje ha dejado de estar en el contenido para estar en el continente. La botella es el mensaje”, asegura Martínez-Tormo, convencido de que la cultura tiene que enviar mensajes y dar visibilidad a las problemáticas. “La solución tiene que nacer de cada uno de nosotros. Yo soy consiguiente con mis actos y considero que todos deberíamos serlo. Si todos actuáramos con coherencia y sentido común respetando nuestro entorno viviríamos mucho mejor”, concluye el artista.

La deriva de un gesto post-romántico es la primera exposición que surge de las convocatorias públicas de producción artística y apoyo a la investigación, lanzadas por el Consorci de Museus valencianos. Se podrá ver en el Centre del Carmen de Valencia hasta el próximo 17 de septiembre y luego continuará su itinerancia en el Museo de la Lonja de Alicante, donde se inaugurará el 29 de septiembre y en Barcelona donde recalará en febrero 2018.

Chapuzones artísticos

Backup” del artículo original “Chapuzones artísticos” publicado por Roberta Bosco y Stefano Caldana el 14 de enero de 2015 en Aquae Blog.

Una investigación artística supone una experimentación con el medio y una implicación no exente de compromiso. Lo demuestran las obras de la joven artista catalana Mar Serinyà, que trabaja con el agua hasta el punto de llegar a empaparse literalmente con este elemento.
Originaria de la provincia Girona, Serinyà (Torroella de Montgrí, 1986), realiza intervenciones entre la performance y el land art, durante las cuales se sumerge en ríos y mares y utiliza su propio cuerpo para moldear azarosamente la sustancia liquida. Sus acciones dan vida a obras efímeras, cuya memoria se conserva en fotografía, que remiten por un lado a la inmaterialidad de los medios digitales y por el otro a las reflexiones filosóficas de Heráclito y su río, que nunca puede ser cruzado dos veces porque ni el hombre ni el agua serán los mismos.

“Necesitaba sumergirme en las aguas, los ríos, las cascadas, los estanques. Quería ser agua, entenderla, sentir sus corrientes, el movimiento, el flujo, la fuerza”, explica Serinyà. El pasado verano la artista fue seleccionada para Filtres APPart, una exposición del Centro de Arte Contemporáneo Bòlit de Girona que se pudo disfrutar de dos maneras diferentes: físicamente visitando las obras en dicho centro y virtualmente a través de una aplicación para dispositivos móviles. Sin embargo, a pesar de que la presentación en el Bòlit ha terminado, los trabajos encargados a los artistas siguen y seguirán disponibles indefinidamente a través de una aplicación gratuita, desarrollada para dispositivos iOS y Android. Bautizada Filtres APPart como la muestra, la aplicación permite ver las obras de manera geolocalizada, es decir mostrándolas sólo cuando el usuario se encuentra físicamente en el lugar donde los artistas han ejecutado sus intervenciones, por ejemplo el río que cruza la ciudad en el caso de la artista que nos ocupa.

Traçant els rius de Girona – Güell de Mar Serinyà

En Filtres APPart Serinyà plantea una reflexión sobre su espacio de acción como artista, presentando las cuatro series de fotografías que conforman Traçant els rius de Girona (Trazando los ríos de Girona), en las que la artista juega con el agua para demostrar cómo el cuerpo puede modelar azarosamente las corrientes y cómo se relaciona con la marca que genera.

“Quería saber qué se sentía al ser un río de Girona y al mismo tiempo darles la palabra. Para conocer esta realidad hablé con biólogos, leí la historia de la evolución de los ríos en la ciudad y luego escogí los puntos concretos donde llevar a cabo una experiencia cuyo objetivo era intentar mezclarme con el agua del río para generar un instante en que el cuerpo, el agua y la ciudad se armonizan. Al mismo tiempo tuve ocasión de ver cómo hemos civilizado los ríos, rodeándolos de cemento, desviando su recorrido, alterando sus corrientes y movimientos y desvirtuando su naturaleza”, explica Serinyà que considera este proyecto un trabajo híbrido entre performance y fotografía.
“Mi cuerpo es la herramienta de investigación más cercana que tengo y lo utilizo para crear, a través de la práctica de la performance y la fotografía, dos disciplinas que me permiten materializar esta necesidad experimental de descubrirme y descubrir el mundo que me rodea”, matiza la artista catalana que actualmente vive en Bonn (Alemania), donde cursa el doctorado de Bellas Artes. “No busco nunca una fotografía o una imagen, porque si buscara conseguir una imagen concreta, tanto la fotografía como la experiencia que registra resultaría vacía de contenido. Para mí, la magia se encuentra en la experiencia, en el instante que es irrepetible pero que puede ser captado e inmortalizado en una imagen”, añade.

Mar de Mar Serinyà

La última intervención de Serinyà en esta línea se titula y ha sido realizada en la playa de Sant Martí d’Empúries. “Esta experiencia ha sido muy diferente. Quería conocer el mar y comunicarme con él. Buscar el vínculo de unión entre mis aguas internas y las aguas del mar, estableciendo así un vínculo de comunicación y comprensión”, concluye la artista.